Esto es una bomba de relojería

Nos guste o no, en nuestra sociedad la imagen cuenta... mucho. Y algunos profesionales saben aprovecharlo de forma inteligente. Lo digo con cierta admiración. Porque si vendes algo que tiene calidad en un envoltorio estupendo, pues mejor que mejor (seguramente, tendrás más probabilidades de éxito). Sin embargo, en este sentido, no es oro todo lo que reluce. Ni mucho menos...

Si os fijáis, desde hace algún tiempo, están proliferando por las redes sociales todo tipo de vídeos maravillosamente presentados que explican, prácticamente, cualquier cosa. Y pudiera parecer que, debido a que esos envoltorios son estupendos, el contenido lo es igualmente. Pero no siempre es así.

El vídeo que comparto con vosotros es un perfecto ejemplo de lo que os comento. Uno lo ve y se siente encantado, de principio a fin. Y es que los encuadres son fantásticos, la iluminación, la calidad de las imágenes es estupenda, el time-lapse, incluso la música que acompaña es todo un acierto. Así que, ¿por qué no iba a ser supersaludable la ensalada que nos proponen?

Cabe la posibilidad de que ese batiburrillo de alimentos pueda estar sabroso. Es lo que dice al final del vídeo: tasty (sabroso). Otra cosa es que sea saludable.

En mi opinión, lo inteligente a la hora de alimentarse es que lo que vayas a comer sea una mezcla de algo sabroso y, a la vez, saludable. Pero os aseguro que la ensalada del vídeo no lo es en absoluto. Más bien, todo lo contrario. Os explico por qué:

  1. Es una auténtico atentado contra la digestión mezclar en una comida fruta con verdura.
  2. Todavía lo es más si mezclas varias frutas entre sí.
  3. Peor aún es que esas frutas sean dulces (manzana, arándanos) y ácidas (fresas), ya que no combinan bien las unas con las otras.
  4. Para complicarlo un poco más, mezclan en una misma comida varios ácidos: fresas, vinagre, mostaza, miel...
  5. Todo esto se mezcla a su vez con ajo y cebolla, los cuales no combinan bien entre sí (ambos son muy potentes, y máxime si se toman crudos).
  6. Luego, se añade queso. El cual, por su parte, combina pésimamente con la fruta y con los ácidos (estos últimos interfieren en la digestión de las proteínas).
  7. Y, para terminar de rematarlo, ¡nueces confitadas! Esto ya me deja... sin palabras.
Como os digo, este cóctel Molotov, sería lo último que debería comer una persona que pretenda:
  1. Hacer bien una digestión. 
  2. Evitar gases. 
  3. Alcalinizar la sangre (no sólo hay alimentos alcalinizantes y acidificantes, también hay combinaciones alcalinizantes y acidificantes). 
  4. Evitar la formación de toxinas en su organismo.
  5. Curarse de cualquier tipo de afección del aparato digestivo (acidez, reflujo, gases, diarreas, intolerancias, colon irritable, Enfermedad de Crohn, etc.).
En síntesis: 
  1. Las apariencias, a veces, engañan.
  2. No todo lo sabroso es saludable.
  3. Es importante que los alimentos que comas sean saludables, sí, pero todavía más importante, para que de verdad le sienten bien a tu cuerpo, es cómo los combines a la hora de comerlos.
Fundamental.

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